Elegir el sujetador adecuado es la clave para una lencería en la que sentirse bien. Sin embargo, muchísimas mujeres llevan la talla equivocada o modelos que no se adaptan a su morfología. La talla es clave para saberlo todo sobre el sujetador. Un sujetador no debe ni hacer daño ni incomodar durante el día. Si sucede… significa que no llevas el correcto.
Aquí tiene algunos consejos para encontrar el sujetador perfecto.
Verifica la talla de tus sujetadores
El primer paso es comprobar si tus sujetadores actuales realmente se ajustan a ti. Si sientes dolor, los tirantes se caen o el pecho sobresale, son señales de que tu lencería no es adecuada.
Usar una talla o forma incorrecta puede afectar tanto a tu comodidad como a la postura. Entonces, ¿estás segura de llevar la talla correcta? Revíselo con nuestra guía.
Aprende a saber cuál es tu talla
Si no conoces tus medidas, es importante calcular tu talla de sujetador.
Para conocer tus medidas, solo tienes que medir tu contorno de pecho y tu contorno debajo del pecho. Lo ideal es tomar las medidas con un sujetador sin relleno y con los brazos relajados a lo largo del cuerpo.
Después, compara esas medidas con una tabla de tallas para determinar la copa.
Nuestro consejo: no dude en revisar tus medidas regularmente. El pecho evoluciona con el tiempo y según etapas de la vida: embarazo, aumento/pérdida de peso, ciclo menstrual…
Adopta un modelo adecuado a tu pecho
Cada pecho es diferente y algunos necesitan una sujeción especial. Es recomendable adaptar la elección de sujetador a la forma, volumen y firmeza del pecho.
Si tienes un pecho caído, existen modelos más adecuados. Los sujetadores adaptados al pecho caído realzan sutilmente el pecho y se ajustan perfectamente a su morfología para una sujeción cómoda y natural.
Piensa en la comodidad y en los materiales
Más allá de la talla y la forma, la comodidad es primordial. Elegir la talla y forma correctas garantiza un confort óptimo. No obstante, la elección de tejidos suaves y transpirables puede mejorar tu bienestar diario. El algodón y la microfibra evitan irritaciones incluso tras un día largo.
La calidad de los tirantes y las varillas también es fundamental. Deben sostener el pecho sin ejercer una presión excesiva ni dejar marcas en la piel.
Un buen sujetador es aquel que llevarás todo el día y no lo sentirás.
